Friday, March 30, 2007

SEMANA SANTA EN SEVILLA 07

LAS SIETE PALABRAS

Las Siete Palabras

SEVILLA MIK MANYAR

Hace años que salgo de traje y corbata el lunes santo, sin esperar al gran jueves, con el tiempo me he ido sumergiendo más en esta semana emotivo-festiva que cada año me resulta más rica en detalles y en sorpresas. Hoy voy sin planes de la mano de mis hijas, y ya en la puerta Jerez me encuentro con la primera procesión, apenas tomamos posiciones cuando se lanzan al asalto, con una pequeña bola de papel aluminio las pequeñas le piden cera al nazareno más cercano, otros niños portan bolas enormes tras varios años, pero eso no amilana a las chicas. Tienen suerte, en este primer tramo de Santa Genoveva van la mayoría de niños, incluso hay penitentes más pequeños que ellas: para ellos también es un juego inclinar el cirio y dejar que chorree. Los capirotes se van haciendo más altos y ya es más difícil que se presten al juego, pero les resulta fácil aún conseguir si no cera, algún que otro caramelo. Mis hijas se llevan su primera sorpresa: un nazareno se ha sacado de su túnica blanca dos papelitos y se los ha alargado, se acercan a enseñármelo, una estampita del cristo de la cofradía…

Para ellas apenas ha comenzado la diversión, en poco más de 20 minutos han estrenado su bola de cera, han conseguido caramelos e incluso han empezado una colección de “cromos”.

Con nueve años la mayor empieza a apreciar más detalles del espectáculo… se vuelve y me pregunta que qué significa SPOR, me inclino un poco y le comento

-“Mira, fíjate bien, no es una O, sino una Q….”

- “¿Y que significa?”

- “Son las primeras letras de la frase en latín “El Senado y el Pueblo de Roma”, y verás que ese estandarte lo llevan casi todas las procesiones”

- “¡Ahhh..!, claro, Jesús vivía en tiempo de los romanos…..”

Libro de Reglas de la Hdad. de la VeraCruz, de 1627, conservadas en la Biblioteca Universitaria de Sevilla

Asiento sonriendo, poco a poco Julia está descubriendo los resortes para viajar por el tiempo pasado

Los acordes de las cornetas avisan de la presencia del Cristo, ya aparecen los ciriales por la esquina de San Gregorio, es un cautivo maniatado que se deja llevar a redoble de tambores, se nota que hay más gentío congregado. El paso se va acercando, en una de sus esquinas observo la cabeza de un ángel mofletudo, pelo castaño liso con la mirada en alto y la boca entreabierta, quizás representación de beatitud que a mi se me antoja hastío. Va pasando frente a nosotros, un ángel recostado contra el respiradero porta un objeto móvil entre las manos marcando el compás de la chicotá, supone un trallazo comprobar que es un látigo de varias colas, sorprendido por la incongruencia reflexiono… ciertamente, muchas veces son los más inocentes quienes sin querer nos hieren más vivamente.

Atardece y el cielo va tomando el color áureo de los candelabros del paso de cristo, un preso expuesto al populacho que se aleja a toque de cornetas mientras a sus espaldas mis hijas comienzan de nuevo su particular letanía… “¿me das cera por favor….?”,

Más tarde, una imagen dolorosa, al salir a la plaza me mira de lejos, sin pausa se me acerca mientras se acrecenta la música y las bambalinas del palio chocando contra los varales marcan los segundos, casi tengo la certeza que me ha reconocido, me señala y con su ademán no se que puede estar pidiéndome, se detiene tan solo a unos metros y calla… soy consciente de que las imágenes no sufren, pero delante mía asoman durante ese instante incontables imágenes de mujeres que con toda seguridad, en ese mismo momento y en todas partes del mundo, penan por el dolor, la injusticia, el hambre, la crueldad que padecen aquellos a quienes quieren… confundido no puedo distinguir cual es la naturaleza de esa presión interior que atenazándome casi me hace aflorar unas lágrimas… ¿compasión…?, ¿rabia…?, ¿horror acaso...?. Me devuelve a la realidad el unísono gemido de sus costaleros metiendo riñones para izarla, pasa a mi lado y deja de señalarme haciendo que me disuelva en el gentío que la rodea, prosigue abriéndose paso entre sus pocos devotos camuflados entre la muchedumbre. La bulla se va disgregando mientras la banda intenta mantener la formación, las sacudidas del bombo que ahora pasa a mi vera me cosquillean el estómago en un amago de náusea…, repentinamente mis niñas me rescatan tirando de mi …”¿Ahora cúal vamos a ver….?. Para ellas a la fiesta aún le quedaba toda la tarde y parte de la noche, así que sonriendo me dejé llevar

La Pastora de Triana

De joven pensaba cuan alineante podía ser la semana santa, una celebración caduca cada vez más chirriante en este siglo, poco más que una espectáculo folclórico e incongruente. El miércoles santo un nazareno blanco y carmesí ganó en la calle Tetuán una pequeña batalla: cuando se le acercó Irene la pequeña a pedirle cera, negó con la cabeza, pero le hizo un gesto para que esperase, se rebuscó algo entre los pliegues de la túnica y le entrego un pequeño objeto reluciente. Irene se quedó boquiabierta, se volvió para enseñárnoslo… era una insignia dorada de la Hermandad de Las Siete Palabras. Julia lastimeramente gimió de envidia, su hermana pequeña sin mediar palabra le entrego el pequeño objeto dorado y resuelta regresó al lado del nazareno que en ese momento estaba siendo acosado por varios chiquillos. Imagino que le explicaría que quería otra para su hermana porque el penitente negó en principio, pero a los pocos instantes alargaba de nuevo la mano. Irene regresó exultante casi dando saltos, abrazándose a su hermana le dijo “¡¡¡Nos ha dado un tesoro a cada una…!!!.

El Jueves Santo el cielo prometía lluvia, esa tarde pintaba muy mal, les hice mi propuesta….

- “Niñas… ¿y si hoy vamos a ver una peli y después a un Mac Donalds?”

- “No papi, queremos ver más semana santa” – fue su respuesta al unísono

Más tarde caí en la cuenta… precisamente con siete palabras mis pequeñas habían desbaratado la tentación consumista y globalizadora, para desafiando a la lluvia incluso, volver a hacer lo que solo esa tarde no se podría hacer en ningún otro lugar del mundo.

Nazarenos en la noche sevillana

Reconozco que he envejecido y que me he acomodado en esta tradición que ya no supone para mi una excusa para el jolgorio, en la que voy reencontrando significados, este año necesito más que nunca que se cumplan los ritos, poder volver así a finales del siglo pasado, a aquellos años en los que me exponía a la regañina de mis padres por brujulear entre las filas de nazarenos para pedirles cera, o a aquellos otros en los que las únicas vírgenes a las que seguía extasiado eran las que estrenaban maquillaje y en los que los de la pandilla, entre paso y paso, trasegábamos copas y risas…No quiero pensar que era un tiempo pasado que no volverá, puesto que eran tiempos de paz y certidumbre, y todos los años se repetían los ciclos. Contemplo a mis hijas y con alivio constato que este año pese a todo, el tiempo se está parando de nuevo…y aunque tan solo sea una ilusión, mantengo esperanzas mientras ellas sigan sonriendo.

Sunday, March 18, 2007

HOMEANTGE A LA CRISTINA CARARECHA I LA SEVA MIRADA

HOMENATGE A UNA MIRADA

SENTITS

Miro els blats

i la solemnitat de l’alzina.

Els mateixos blats

que abans

creixien dins meu,

tal vegada encara ho fan

i jo ja no els sento

potser perquè sovint em distrec.

Miro i veig

la verdor imaginada

rera aquest gris lluminós.

Sento, parlo i dic.

Sento, miro, escolto i...

canto

vellutadament,

quan se’m permet

no sempre...

CXTA 10/03/2007 21:52